No te interesa estar con personas que no tienen compromiso por aprender y crecer
No nos referimos a los pobres infelices que se pasean por la orilla hinchando el pecho, ni a los descerebrados que se desvisten a su vez para impresionar a las multitudes con sus supuestos y controvertibles encantos. Nos referimos a los sinvergüenzas decentes, con largos años de servicio.